Un proyecto

Un cuento, que sepa interpretar mis miradas
cuando no conducen a nadie. 
Algo así como saber que la risa suaviza mi garganta
y me quita la congestión; me
humaniza
como de niños hacíamos con las hojas
el viento
el sol
los rayos
los trampolines
y el amor.


De esta forma a las otras figuras
como marcapasos de piel y piel de estrellas.
Polvo y suelo que dejen de cantar a los maravillas
que supo la vida negar.


Que a veces no me importa ser ridiculo,
cerrar los ojos al imaginar
moverme
saltar
bailar
creer en paranoias psicóticas
hermosasa
desopilantes
o graciosas.

Que acepte que prefiero el encierro de sus manos a la libertad del universo.

Buscando esa Frase...

Para saber porque pisa tan fuerte
y entender que pasa por esos dedos de botones
o manos abotonadas de bocanadas de tiempo
mientras sucede el futuro, las enaguas de colores brillantes
o encajes de ultima generación,
quizás halla que dejar de preguntar


Como? Que? Para que? Donde quedo la lucha de clases y la alternativa socialista?
Repito: dejar


que los murmullos del bosque se atrincheren en mi corazón
y levanten tiendas de campaña las mentiras
los engaños
esa desconfianza que me penetra
el saber que siempre terminamos contando lo que nos pasa
y no, lo que pasa
lo que sentimos
y no, lo que sienten.
Como si yo fuera el mundo
y nadie mas pudiera entenderlo, descubrirlo


De repente, un callejón me cruza y me encierra
y en ese listón añil una incógnita se descubre con fuerza
llega
toma
ocupa
cambia
y vuela


Sencillamente, sólo hemos quedado los dos en el mundo

Difícilmente, podremos escapar.

Al son de esas cenizas

y mientras me quitas esos jirones que me atrapan

las siluetas se confunden

con el calor de la estufa

las manos no son ya

lo que querían ser

Y de aquel pelo seco, de aquella piel percutida

y de esas mejillas veteranas

tal vez la humedad vuelva a sentirse nuevamente

como si los desiertos fueran pantanos, lagrimas de cotillón

de recuerdos que nunca nos llevan a nada

o nada de eso que lleva recuerdos

en la espalda

el vientre

la esperada parte de tu oreja izquierda

por que es tiernamente combativa

dulce

y llena de rebeldías

tal vez, en la revuelta hormonal,

y no quiero que suene así,

puedas dejarte querer

no se

solo lo siento así

como siento el amanecer,

los troles, la bulla de almacenes

el tipo del séptimo

y mi parte baja famélica.

quizás solo quiero molestarte